Tabaquismo en el embarazo | Efectos y cómo dejar de hacerlo

Tabaquismo en el embarazo
Fumar es un hábito que solo trae cosas negativas para nuestra salud. Desde dificultades respiratorias y cáncer hasta . Increíblemente, el 80% de las mujeres fumadoras no dejan de fumar al quedarse en estado, lo que muestra un gran desconocimiento sobre los riesgos de esta práctica, y la inexistencia de planes de actuación. El tabaquismo en el embarazo es una de las peores cosas que puedes hacer mientras gestas. Pones a tu bebé en un gran riesgo, tanto de muerte como de problemas en su desarrollo. A continuación te contamos sobre los efectos del tabaco en el embarazo, y algunas herramientas para dejar de hacerlo. Y es que la toma de conciencia es el primer paso para la solución del problema.

Los efectos del tabaco en el embarazo

El tabaquismo en el embarazo es un hábito simplemente nefasto. Sin embargo, muchas mujeres creen que con tan solo bajar el número de cigarrillos diarios es suficiente o, en todo caso, que es preferible al síndrome de abstinencia. Esto es un gran error. Fumar representa grandes riesgos para la salud de tu bebé, y la tuya propia. Entre los efectos del tabaco en el embarazo se cuenta el hecho de que se te presente un parto prematuro, que el bebé nazca con poco peso y que se aumenten las posibilidades de que el niño genere enfermedades respiratorias en la infancia.

También, resultará una idea poco saludable, pues junto a la leche materna, tu bebé estará ingiriendo nicotina. Además, el efecto del cigarrillo puede aumentar el riesgo del síndrome de muerte súbita. En definitiva, sobran los motivos para erradicar este hábito de tu vida, de manera definitiva.

¿Cómo dejar el tabaquismo en el embarazo?

1. Motívate

El primer paso para dejar el tabaquismo en el embarazo es motivarte y entrenar tu voluntad. En este caso está muy clara: dejar de fumar no supone un beneficio solo para ti, sino también por tu bebé. Y es que si conoces los efectos del tabaco en el embarazo, sabrás cuán nefasto puede resultar este hábito para él o ella. Repítete a ti misma que lo haces por tu bebé y que vale la pena.

Cuando sientas ganas de fumar puedes ver su ecografía, preparar su habitación o hacer cualquier cosa que te recuerde la razón principal por la que te estás esforzando tanto.

No solo enfoques tus energías en el largo plazo, sino también en las recompensas que a corto plazo recibirás por tu esfuerzo. Y es que apenas dejas de fumar, tu bebé experimentará mejoras a partir de las 8 horas sin nicotina (es lo que tarda el oxígeno en recuperar los niveles normales).  A las 48 horas sin fumar, ya has eliminado toda la nicotina del cuerpo.

2. Habla con tu médico

Otro consejo vital para dejar el tabaquismo en el embarazo es conversar de manera abierta con tu médico. No tengas miedo a decirle que eres fumadora y que te gustaría recibir ayuda para dejarlo. Normalmente, ellos ya te preguntan sobre esta cuestión, pero especifica que te gustaría que te hiciese un seguimiento. No tienes que sentirte avergonzada si no consigues dejar de fumar en el plazo en que lo habías decidido. Es mejor que se lo comentes y que vean juntos la mejor forma de solucionarlo.

3. Ponte una fecha

Los efectos del tabaco en el embarazo no dan pausas. De hecho, se hacen sentir desde el primer momento en que concibes a tu bebé, siendo fumadora. Por ello, es vital que te determines a abandonar el hábito lo antes posible.

Ponerte una fecha es importante para mentalizarte sobre lo que vas a hacer. Dile a todos tus amigos y familiares que vas a dejar de fumar y que lo empezarás a hacer desde tal día. Pídeles también que te ayuden y que intenten sobrellevarte si presentas cambios de humor. Lo importante es que tu compromiso sea público para que sientas más presión, y al mismo tiempo, para que veas que los demás valoran tu iniciativa.

4. Sobrelleva el síndrome de abstinencia

Cuando te dispongas a dejar el hábito del tabaquismo en el embarazo, seguro que empezarás a presentar el llamado síndrome de abstinencia. Muchas mujeres temen que pueda ser malo para el bebé, pero en realidad son mucho peores los efectos del tabaco en el embarazo para ese bebé en formación. Piensa que el síndrome de abstinencia es la señal de tu cuerpo se está curando, y aunque para ti sea algo incómodo, debes pasar por ello siendo consciente de solo durará un par de semanas.

Para superar tu mal humor puedes sumar actividades y buenas prácticas a tus rutinas diarias. Practicar ejercicio físico como salir a caminar, hacer respiraciones profundas, pasar tiempo con amigos en un ambiente no fumador o escribir un diario, anotándo que ya no eres fumadora y las razones por las que estás haciendo esto, son asuntos simples que te pueden ayudar mucho.

Además, para controlar el tabaquismo en el embarazo debes evitar las situaciones desencadenantes: si sabes que cierta reunión o cierta llamada te van a poner nerviosa, dándote ganas de fumar, elabora a priori un plan alternativo.

Por otro lado, es bueno cambiar tus rutinas, por ejemplo, si normalmente fumabas un cigarrillo después de comer, ahora puedes levantarte inmediatamente de la mesa e ir a lavarte los dientes.

Si tu pareja fuma debes pedirle que no lo haga en tu presencia (y mucho mejor si se decide a dejarlo contigo). Evita las reuniones con amigos en las que sepas que van a fumar, pide a la gente que no fume en tu presencia y trata de pasar más tiempo con no-fumadores.

En general, es recomendable que te dediques a actividades que te den tranquilidad: jardinería, lectura, yoga o  música… cualquier cosa que te guste y entretenga evitará que pienses en fumar.

Evita las recaídas, pero tampoco te culpes por ello

Puede que tu mente trate de engañarte diciéndote que solo será un cigarrillo para tranquilizarte en un momento dado y que después ya está, pero sólo una calada aumenta exponencialmente el riesgo de recaída. Si ya conoces los efectos del tabaco en el embarazo, trata de mantener sólida tu fuerza de voluntad. Aún así, ten en cuenta que las recaídas son algo normal, no debes sentir que has fracasado o que no puedes hacerlo. Aprende de tu error -¿por qué has sentido la necesidad de fumar? – para evitarlo en el futuro.

La intervención farmacológica como última opción para controlar el tabaquismo en el embarazo

Hay numerosos métodos sustitutivos de la nicotina para dejar de fumar (los chicles o los parches), pero no son una buena opción para embarazadas, pues se carece de pruebas sobre su seguridad en gestantes. Si has sido incapaz de dejar de fumar comenta con tu médico si es conveniente iniciar un tratamiento farmacológico, para que el evalúe los riesgos y la eficacia, pero jamás lo hagas sin consultar.

Y tú, ¿Cómo vives el tabaquismo en el embarazo? ¿Has logrado dejar de fumar? ¿Qué métodos te han funcionado? Déjanos tus opiniones en un comentario. Estaremos encantados de leerte. Y si estás en la dulce espera, te invitamos a disfrutar sobre este interesante artículo con las mejores curiosidades sobre el embarazo. ¡Hasta la próxima!