Qué es la convulsión febril y como afrontarla

La fiebre alta en niños puede dar pie a una convulsión

La fiebre es un síntoma normal de muchas enfermedades infecciosas que pueden afectar a tu pequeñ@ durante los meses más fríos (aunque no necesariamente) del año, por lo que debes tener en cuanta las posibles consecuencias. Y es que en un 3% de los casos, sí, el porcenaje es ridículo, pero existen posibilidades, se da la «colvulsión febril», un fenómeno que puede parecer «grave» pero que en realidad no lo es en absoluto.

La «convulsión febril» consiste en un fenómeno que sufren algunos niños cuando les sube mucho la fiebre. Consiste en una serie  de movimiento musculares de los ojos, los brazos y piernas y la mandíbula, debido a descargas enviadas por el cerebro.

La «convulsión febril» suele dar paso a la pérdida de conciencia, seguida de debilidad y sueño, que dan la impresión, falsa, de tratarse de una fenómeno que denota una enorme gravedad de la enfermedad que sufre el pequeño…pero nada más lejos de la realidad!

La fiebre alta en niños puede dar pie a una convulsión

En la mayoría de los casos las convulsiones finalizan por ellas mismas en poco tiempo y la única precaución a tener en cuenta consiste en mantener al niño en una superficie blanda y amplia (una cama grande es perfecta) para evitar los golpes. La cebza de lado también es recomendable.

En cuando acaben las convulsiones debe dársele inmediatamente la medicación indicada por el médico para bajar la fiebre, ponerle ropa ligera aunque tenga frío y si es necesario porque la temperatura no baja, llevarlo al médico enseguida.