Quemaduras en niños | Tipos, causas y tratamiento

Quemaduras en niños

Aunque espero que nunca tengas que enfrentarte a una quemadura grave, las leves son uno de los accidentes domésticos más comunes entre los pequeños, y en todo caso, conviene saber como actuar ante ambas. Las quemaduras en niños pueden ser un verdadero problema doméstico. Y es que no solo se trata del riesgo al que el pequeño se ve sometido, sino también a los dolores y malestares que ello implica. En las próximas líneas te contamos más sobre los tipos de quemduras infantiles y cómo tratarlas. Acompáñanos.

¿Cuáles son las principales causas de las quemaduras en niños?

quemaduras en niños

Los niños son de naturaleza inquieta y curiosa. Por eso, permanecen en constante movimiento y ello inevitablemente implica riesgos. Los juegos y actividades en casa deben ser siempre supervisadas, para evitar accidentes. En el caso de las quemaduras en niños, en el ámbito doméstico tienen causas comunes. Veamos las principales.

Escaldaduras por líquidos calientes

Una de las principales causas de quemaduras en niños son las escaldaduras causadas por líquidos calientes, como agua, sopas, café o té. Los niños tienen una piel más delicada y son más susceptibles a sufrir quemaduras por líquidos calientes que los adultos. Estas quemaduras pueden ocurrir en la cocina, durante el baño o al manipular bebidas calientes. Es crucial supervisar a los niños cuando estén cerca de líquidos calientes y tomar precauciones adicionales, como utilizar tapas en las ollas, mantener las tazas fuera del alcance de los niños y ajustar la temperatura del agua del baño para evitar quemaduras.

Quemaduras por contacto con superficies calientes

Otra causa común de quemaduras en niños son las quemaduras por contacto con superficies calientes, como estufas, planchas, radiadores o brasas de fuego. Los niños curiosos pueden tocar accidentalmente superficies calientes y sufrir quemaduras graves. Es esencial mantener fuera del alcance de los niños objetos calientes y utilizar protectores para estufas y radiadores para prevenir quemaduras por contacto. Además, es importante enseñar a los niños sobre los peligros del calor y la importancia de mantenerse alejados de superficies calientes.

Quemaduras por fuego y llamas

El contacto directo con fuego y llamas es otra causa significativa de quemaduras en niños. Esto puede ocurrir debido a accidentes en la cocina, incendios domésticos o juegos con fósforos o encendedores. Es esencial enseñar a los niños sobre los peligros del fuego y la importancia de mantenerse alejados de fuentes de calor abierto. Además, es crucial tener detectores de humo funcionales en el hogar y establecer un plan de escape en caso de incendio para garantizar la seguridad de toda la familia. También son muy frecuentes las quemaduras por una exposición excesiva al sol.

Tipos de quemaduras en niños

Quemaduras de Primer Grado

Las quemaduras en niños de primer grado afectan solo la capa externa de la piel, conocida como epidermis. Estas quemaduras suelen ser dolorosas y presentar enrojecimiento, hinchazón y sensibilidad en la zona afectada. Por lo general, sanan en unos pocos días sin dejar cicatrices permanentes, aunque pueden causar molestias temporales. Es importante proporcionar alivio del dolor y proteger la piel afectada para prevenir infecciones.

Quemaduras de Segundo Grado

Las quemaduras de segundo grado afectan tanto la epidermis como la capa subyacente de la piel, conocida como dermis. Estas quemaduras pueden causar ampollas, enrojecimiento intenso, dolor y posiblemente la formación de áreas húmedas y brillantes en la piel. Es crucial tratar las quemaduras de segundo grado con cuidado para prevenir infecciones y acelerar el proceso de curación. Dependiendo de la gravedad, es posible que se requiera atención médica profesional para evaluar la extensión de la lesión y determinar el mejor curso de tratamiento.

Quemaduras de Tercer Grado

Las quemaduras en niños de tercer grado son las más graves y afectan todas las capas de la piel, incluyendo los tejidos subyacentes como los músculos y los huesos. Estas quemaduras pueden causar daño permanente a los tejidos, pérdida de sensibilidad en la zona afectada y un aspecto carbonizado o blanco en la piel. Es fundamental buscar atención médica de emergencia inmediata en caso de quemaduras de tercer grado para minimizar el riesgo de complicaciones graves, como infecciones, cicatrices y daño permanente a los tejidos.

El tratamiento de las quemaduras infantiles

Cuando se presentan quemaduras en niños, es crucial actuar rápidamente y de manera adecuada para minimizar el daño y acelerar su recuperación. En primer lugar, es importante evaluar la gravedad de la quemadura. Si la quemadura es grave, como una quemadura de tercer grado o una quemadura extensa, se debe buscar atención médica de emergencia de inmediato. Mientras tanto, si la quemadura es menos grave, es fundamental enfriar la zona afectada con agua fría corriente durante al menos 10-20 minutos. Esto ayuda a reducir la inflamación y aliviar el dolor.

Una vez enfriada la quemadura, se debe cubrir con un apósito limpio y seco para protegerla de infecciones. Evita aplicar ungüentos, aceites o mantequilla, ya que pueden atrapar el calor y empeorar la quemadura. Si hay ampollas presentes, no las pinches ni las revientes, ya que esto aumenta el riesgo de infección y puede retrasar la cicatrización. Es importante mantener a tu hijo cómodo y calmar su ansiedad, proporcionándole analgésicos de venta libre si es necesario y asegurándole que está recibiendo atención adecuada.

Después de los primeros auxilios, es fundamental seguir las recomendaciones médicas y monitorear la quemadura para detectar signos de infección o complicaciones. Si la quemadura no mejora en unos pocos días o muestra signos de infección, como enrojecimiento, hinchazón o secreción, es importante consultar a un médico de inmediato. Además, es esencial tomar medidas para prevenir futuras quemaduras en niños, como asegurar los objetos calientes, enseñar a los niños sobre los peligros del fuego y el calor, y mantener un entorno seguro en el hogar.

En definitiva, cuando tenemos pequeños en casa, debemos ser en extremo cuidadosos y precavidos, para evitar accidentes. Si este tema te ha interesado, quizá también quieras leer el artículo en el que te contamos cómo