La hora del baño

la hora del baño

El baño es un momento único, no sólo desde el punto de vista de la higiene sino también de relación y contacto con los padres. Los bebés necesitan un baño diario. Les ayuda a relajarse y, por supuesto, a estar limpios.

Hay que convertir ese momento en el más especial del día. Es el momento en el que podemos jugar con nuestro bebé y él puede disfrutar más que nunca del contacto con los padres. Tampoco está de más observarle desnudo y asegurarnos que todo va bien.

Llena la bañera con unos 15 centímetros de agua y antes de meter al niño, comprueba que el agua esté a la temperatura del cuerpo (37º). Lo puedes hacer de varias formas: mediante un termómetro especial para baños o, si metes el codo o la parte interna de la muñeca, comprobando que no sientas ni frío ni calor.

Límpiale primero la cara con un algodón mojado en agua. Introdúcelo con cuidado en el agua sin sumergir la cabeza y sujetándole por la espalda con un brazo y el culito con la otra.

Échale agua sobre el cuerpo y enjabónalo dentro poco a poco, primero el cuerpecito y luego las piernas. Cuando le saques del agua, sécale bien con una toalla. Primero la cabeza dándole un suave masaje con la toalla y luego el cuerpo y las piernas. No dejes nunca solo al bebé en el baño, ni siquiera con muy poca agua.