Repaso escolar diario: una buena idea para las vacaciones

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Los niños empiezan ahora sus vacaciones  escolares y muchos están pidiendo a sus padres que les compren un cuadernillo de esos bonitos para hacer ejercicios en verano (los pequeños hasta se aburren ante unas tan largas vacaciones).

Pero, sea tu hijo de los que adora los cuadernos de verano o de los que ni se lo plantea, debes saber que para un niño desconectar por completo de lo recientemente aprendido puede ser contraproducente, ya que pierde su «rutina» de estudio, y no fija los procedimientos adquiridos (por ejemplo, tras aprender a leer, es fundamental que continue leyendo en verano todos los días).

¿Cómo introducir el repaso escolar diario en las vacaciones de tu hijo?

Quizá consideres que el verano es el tiempo que tu hijo tiene para «desconectar», pero realmente, desconectar tres meses puede pasarle factura. No importa si os vais de vacaciones a otra ciudad y durante un par de semanas no hace nada más que divertirse, pero el resto del tiempo conviene que repase lo aprendido durante ese curso.

Sin embargo no hay que introducirlo como una imposición, sino que hay que buscar el modo de que los niños disfruten de su tiempo de trabajo. Los cuadernos de verano son cada vez más entretenidos, con pasatiempos y ejercicios más creativos que sumar unos números porque sí. Yo, por ejemplo, adoraba mis cuadernos Santillana, de hecho, recuerdo todavía que en ellos descubrí que existía Petra o lo que era un Golem. Y todo de una manera entretenida, a modo de breve cuento.

Y es que hacer el repaso no debe agobiar a los niños. El objetivo es que no pierdan las herramientas aprendidas durante el curso. Para ello, basta con poner a tu hijo 40 minutos diarios de lunes a viernes con el cuadernillo. Lo ideal es hacerlo después de desayunar, cuando está completamente descansado y antes de iniciar las actividades del día. Además, conviene realizar esta rutina con los niños desde que empiezan el colegio.

Por último, no debes olvidar que el cuadernillo no sirve de nada si no corriges los ejercicios y le explicas lo que está bien y lo que está mal.  Debes implicarte en su estudio, ya que durante el verano no tiene profesores que se encarguen de esta labor.

De hecho, el cuadernillo no es esencial, tú mismo puedes ponerle todos los días unas cuantas sumas o a escribir unas frases. Lo bueno del cuadernillo es que introduce el factor amenidad, lo que hace que el propio niño disfrute de sus horas de repaso.

¿Le compras cuadernos a tu hijo para que estudie en vacaciones? ¿te gustan?

Vía: El País