Amenaza de aborto

La amenaza de aborto es uno de los mayores temores de las mujeres embarazadas, ya que se trata de un diagnóstico bastante habitual. Se dice que hay amenaza de aborto cuando la embarazada presenta sangrado vaginal antes de la semana 20 y se considera que podría acabar derivando en un aborto espontáneo.

Lo más importante es conservar la calma, si te diagnostican amenaza de aborto debes seguir cuidadosamente las instrucciones del médico. De todas maneras, en el 70% de los casos de amenaza de aborto, el aborto no llega a producirse, y el embarazo culmina con éxito.

¿Quieres saber cuáles son los síntomas de la amenaza de aborto? ¿Y cómo se trata?

1. Síntomas de la amenaza de aborto

  • Sangrado vaginal: es el síntoma más habitual, y la sangre puede ser tanto roja, como rosada o incluso oscura (color café). Si presentas sangrado y sabes que estás embarazada, debes acudir inmediatamente al médico, especialmente si es muy abundante o presenta coágulos.
  • Dolor de espalda
  • Calambres estomacales

2. ¿Qué causa una amenaza de aborto?

En muchas causas no se llega a saber qué ha causado la amenaza de aborto. Entre las causas habituales de sangrado están el desarrollo de infecciones, la presencia de quistes, la inflamación del cuello uterino, el embarazo ectópico o complicaciones con la placenta. Cuando se produce un aborto espontáneo suele estar causado por la muerte fetal, como consecuencia de un fallo de desarrollo.

3. ¿Cómo se diágnostica?

Si acudes al médico tras presentar sangrado vaginal, probablemente te haga un examen vaginal para controlar la forma y tamaño del útero y ver si presenta algo anormal. Si el útero está demasiado dilatado se considera que hay amenaza de aborto.

Además, cuando el embarazo ha superado ya la semana 8, se suele hacer un ultrasonido para monitorear el crecimiento del feto.

4. ¿Cómo se trata?

Por lástima, no hay un tratamiento que pueda corregir la amenaza de aborto. Aunque se suelen recomendar una serie de medidas que ayudan a prevenir el sangrado vaginal, como el descanso pélvico (no usando tampones ni teniendo relaciones sexuales) o incluso la reducción de la actividad diaria. Hay algunos casos en los que se administra progesterona para relajar los músculos del utero pero no es lo más habitual.

5. ¿Se puede prevenir?

Algunos estudios han mostrado que la atención prenatal temprana y completa disminuye el riesgo de aborto espontáneo, pero hay que tener claro que las amenazas de aborto que se producen no se pueden evitar, ya que se deben a procesos fisiológicos y el sangrado no es en ningún caso culpa de algo que hayas hecho.