¿ Zapatos de tacón para niñas ?

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Probablemente hasta la pregunta te parezca ofensiva. ¿Zapatos de tacón para una niña? No, claro.

El otro día me estuvieron comentando que en Inglaterra es relativamente usual ver a niñas con zapatos de tacón…¡por la calle! Y hace no mucho hubo bastante polémica alrededor de Suri, la hija de Katie Holmes yTom Cruise.

¿Cuáles son los costes para la salud de esta moda en el calzado infantil?

Aunque tu hija te robe los zapatos de tacón y taconee por la casa o suspire y te diga que todas las niñas de su clase tienen esos zapatitos de tacón tan monos de princesas… tú mantente firme.

Es cierto que en la actualidad, en España no se ven a muchas niñas pequeñas con tacones. Aunque los zapatos de princesa tienen muchísimo éxito, se venden en las jugueterías y se entiende que son para jugar o disfrazarse. Personalmente creo que es un error comprarlos para satisfacer el capricho de la niña, pero por ponerse unos tacones el día de Carnavales no le va a pasar nada (a su salud física).

También se pueden ver zapatos de bailes de salón con tacón para niñas de incluso 3 años (que no estoy segura de que vayan ya a bailes de salón). Según Katie Holmes, son los que Suri llevaba y al estar especialmente diseñados para el pie infantil no son dañinos. (Pero no es dañino utilizarlos una hora al día para bailar, irse de paseo con ellos… es otro cantar).

Por otro lado -y esto empieza a ser ya más grave-,  marcas como Lelli Kelly cuentan con una línea de tacón (botas y zapatos), a partir de la talla 26 (que es la que puede usar perfectamente una niña de 5-6 años).

Según los médicos, utilizar zapatos de tacón tiene una serie de consecuencias sobre nuestra salud, entre las que destacan el acortamiento del tendón de aquiles, mayor desgaste óseo o problemas en los pies y columna vertebral. En el caso de los niños, afecta también a la placa epifisaria (cartílago a partir del cual irá creciendo el hueso hasta la edad adulta).

Además, el uso de tacones exige evitar que nuestra niña corra (por el riesgo de esguinces) y claramente, anteponer un efecto estético (aunque «deseado» por ella misma) a su bienestar.

Más allá de las consecuencias físicas, queda por determinar cuál es el precio a pagar por vestir a las niñas de mujeres cuando aún no lo son.

¿Qué opinas tú? ¿Le compras tacones a tu hija? ¿Los pide? ¿Crees que compensa a pesar de sus consecuencias para su salud? ¿Llegará aquí la moda de ponerles tacones para ir por la calle o a las fiestas?