Remedios para la tos de niños y bebés

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Solemos pensar que la tos es un problema exclusivo del invierno, pero lo cierto es que los cambios de temperatura propios de la época estival (puede haber más de 10 grados de diferencia entre la calle y nuestra casa con aire acondicionado), junto con la contaminación del ambiente (que en verano se nota más) provocan abundantes resfriados e irritaciones de las vías áereas.

Nunca debemos ofrecer medicamentos a los niños a menos que el médico los haya recetado. Pero cuesta ver a nuestros pequeños carraspeando o tosiendo y tosiendo sin ser capaces de calmar su garganta. Para aliviarles, prueba alguno de estos trucos caseros:

1. Cebolla en la habitación

Si la tos es blanda (con mucosidad), una buena idea es cortar un trozo de cebolla y ponerla cerca de la almohada. Los vapores que desprende este vegetal alivian la irritación de la garganta y humedecen las vías respiratorias, favoreciendo la eliminación de la mucosidad. Es apto para bebés de cualquier edad.

2. Friegas con jarabe de cebolla

Volvemos a recurrir a la cebolla, troceándola e hirviéndola en un litro de agua. Después se cuela y cuando el agua ya esté templada, se moja un paño. Ese paño se coloca en el pecho del niño, por lo que se consigue dilatar sus bronquios y eliminar las secreciones que ha ido acumulando. Es adecuada para tos blanda y para tos seca.

3. La miel

La miel es perfecta para suavizar la garganta y para calmar la tos, pero no olvides que no es recomendable para niños menores de dos años (por riesgo de botulismo). En caso de que tu hijo haya sobrepasado esa edad, puedes prepararle un vasito de agua caliente con miel y unas gotas de limón.

4. Vahos respiratorios

Son ideales para la tos seca, ya que facilitan la expectoración.

Puedes poner a hervir unas hojas de laurel con el zumo de un limón, y pedirle a tu hijo que inspire profundamente los vapores que se desprenden. Ayúdate de una toalla para cubrir su cabeza y que los vapores queden más concentrados.

5. Caldo de pollo y aceite de oliva

Hay comidas y alimentos que ayudan a mejorar la tos y la irritación de garganta.

Dále de comer a tu hijo caldo de pollo, ya que alivia la necesidad de toser y la expectoración (¿por qué te crees que tu abuela te daba sopita cuando te ponías malo?).

Para suavizar la garganta una cucharadita de aceite de oliva puede ser mano de santo.

Estos dos remedios no son adecuados para bebés.

Existen otros muchos remedios naturales para la tos infantil, que puedes encontrar en herboristerías, por ejemplo. Pero te recomiendo que antes de usar cualquier producto que desconozcas, consultes con tu médico -aunque a priori no haya posibilidad de  efectos secundarios-.

Además, no debemos olvidar que la tos tiene una función, y que, en casos de infección, ayuda a acabar con la misma. Alíviale, pero no trates de cortar la tos con medicamentos sin orden expresa del pediatra.

¿Qué remedios sueles aplicar ante la tos de tu bebé?