Mordeduras de perros en niños

Las mordeduras de perro son muy frecuentes entre los más pequeños, especialmente entre los niños con mascota. En general no revisten de mayor gravedad, pero es importante saber qué hacer, especialmente para los padres que no están acostumbrados a tratar con perros, que pueden ponerse más nerviosos.

Aunque tener un perro es una experiencia muy positiva para el desarrollo del niño, los padres deben enseñar a los pequeños a no molestar a los animales (aunque lo hagan jugando), especialmente si estos se muestran agresivos. De la misma manera, no debería dejarse a los niños a solas con perros que han sido entrenados para atacar.

Dicho esto, ¿qué hacer si se presenta una mordedura?

Lo primero que hay que hacer es lavar bien la herida con jabón, bajo el chorro de agua, para eliminar los cuerpos extraños. Después, se aclara y se aplica betadina o alcohol con una gasa esteril, y se cubre con un apósito. Si la mordedura se produjo en una extremidad, conviene mantenerlas elevadas, para reducir la inflamación.

Debes llevar al niño al médico, aunque la mordedura no sea grave. Probablemente el pediatra le recetará un antibiótico y la vacuna antitetánica (si aún no la tiene). Si la mordedura es profunda, vete directamente a Urgencias del hospital.

La vacuna contra la rabia no es necesaria cuando el perro lleva su cartilla de vacunación al día. De todas maneras, en España hace muchísimos años que una persona no es infectada con la rabia.