Me queda tanto que aprender…

Las aventuras de un padre primerizo

A partir de hoy y sin una periodicidad clara os voy a contar las aventuras y desventuras de un padre primerizo gracias a este blog. Mi hija va a cumplir dos años, la edad en la que comienzan a tomar verdadero control de las cosas, las situaciones y las personas. Créeme lo hacen sin piedad … pero todavía debo mentalizarme para lo que está por llegar … soy un padre primerizo.

Lo de ser primerizo tiene su lado bueno. Cualquier cosa nueva que haga tu hijo es todo un acontecimiento. Mi hija se ha pasado un montón de meses diciendo «mamá» para cualquier cosa y hace unos días ha sido capaz de decir «papá». Todo un acontecimiento para un padre primerizo. Como se disfrutan esas cosas. Supongo que con los siguientes hijos no lo es lo mismo, simplemente porque ya lo has vivido.

Pero ser padre primerizo también supone que, pasados los primeros meses de vida en los que la principal preocupación de los padres es que su hijo esté bien, te das cuenta de que ya te ha cogido la bara de medir. Y mira que me lo avisaron!! Asi que aleccionado por la madre de la criatura tengo que empezar a aprender más rápidamente que ella, porque sino, ella que conoce el punto débil de su padre, me lia. Vaya que si me lia.