La alimentación de la embarazada en Navidad

navidad y embarazo

«Navidad y embarazo» puede ser una convinación peligrosa cuando no se hace con cabeza y moderación, es que como ya hemos comentado muchas veces la dieta de la embarazada es clave para el buen desarrollo de la gestación y el futuro bebé.

Es normal y sensato pensar que «un día es un día» y por por un exceso no pasa nada, pero esto no debe llevarnos a ideas erróneas. Comer sin medida puede provocar numerosos problemas o complicaciones.

Si sufres alguna complicación durante el embarazo como diabetes gestacional debes extremar las precauciones cuando comas en Navidad.

La embarazada no debe descuidar su alimentación en ningún momento, por lo que aunque un día puede hacer un excepción debe seguir una serie de pautas:

Comer muy rápido, abusar de los postres y dulces, elegir platos copiosos y grasos tiene consecuencias, para empezar obligas al estómago a trabajar mucho más de lo habitual con la consiguiente sensación de malestar y pesadez y durante el embarazo estas molestias provocan mayor malestar y luchar contra ellas no es fácil.

Ya normalmente durante el embarazo las digestiones pueden volverse de por sí complicadas por la menor movilidad gastrointestinal asociada a estreñimiento y exceso de gases, relajación del esfínter que comunica el esófago con el estómago que favorece el reflujo de ácidos de estómago a esófago. Por tanto, si comemos de forma excesiva vamos a sufrir en mayor grado estas complicaciones digestivas.

Recuerda que los alimentos prohibidos no dejan de serlo en Navidad. No tomes alimentos crudos, como el pescado poco cocinado o crudo, tampoco debes consumir embutido, cafeína, alcohol, etc. Recuerda que no te conviene abusar de los azúcares, la sal y las grasas saturadas.

Ten cuidado con los productos de elaboración casera así como las salsas ya que si no están bien elaboradas pueden provocar intóxicas. En cuanto al marisco, no hay restricciones, puesto que se ha demostrado que consumido con moderación es beneficioso.

Más consejos para comer equilibradamente en Navidad:

  • Masticar suficientemente cada bocado para facilitar la digestión de la comida.
  • Evitar las comidas muy copiosas.
  • Comer y beber despacio, dedicando como mínimo 20-30 minutos a las principales comidas.
  • Limitar o evitar todos aquellos platos demasiado grasos como los embutidos, estofados con exceso de aceite, carnes muy grasas, platos con salsas que lleven nata, queso o mayonesa, platos muy condimentados o picantes, y los alimentos excesivamente azucarados, porque además de ser ricos en calorías provoca digestiones lentas y pasadas.