El dilema surgido a raiz de qué hacer con el riesgo de contagio de la gripe A en los centros escolares sigue abierto y parece que sólo se podrá ver con claridad cuál es la mejor solución una vez comenzado el curso escolar. Por ahora las medidas están siendo decididas así como el protocolo de actuación, basándose en la inexperiencia y las modificaciones serán muchas, sin duda. Como ya se sabe después de las muchas reuniones entre la Ministra del Salud, Trinidad Jiménez, y los representantes de las diferentes comunidades autónomas, no hay razón para alarmarse ya los efectos de la gripe en niños sanos no son graves, así que los colegios abrirán en las fechas previstas.
También se ha decidido hace una semana que los más pequeños, a pesar de ser un grupo de riesgo, no serán vacunados en primera instancia, pero eso dependerá de la evolución del virus y de su facilidad de contagio entre este grupo de edad.
El caso es que los grupos a los que se ha decidido vacunar (personas con enfermedades respiratorias crónicas y embarazadas) representan sólo el 20% de las vacunas que España obtendrá, con lo que los más pequeños podrían también recibir la vacuna llegado el caso.
Pero esta posibilidad no es suficiente y algunos creen que los niños deberían ser un grupo de riesgo que necesariamente debe ser vacunado. Es el caso de Jesús Vázquez, el conselleiro de Sanidad gallego, que no entiende por qué se ha excluido a un conjunto tan importante de posibles afectados.
Lo cierto es que si la gripe llega a un centro estudiantil es muy posible que se propague con facilidad. Las niños son inconscientes, se tocan constantemente, estornudan y se limpian con las manos y aunque se les explique y lo entiendan no serán conscientes en todo momento y seguirán con sus juegos olvidándose de una enfermedad que no entienden ni conocen.
Cierto es que las medidas de prevención de las escuelas en colaboración con la mayor atención que deben poner los padres en la salud de sus hijos debería evitar que un niño enfermo acuda al centro. Pero el caso es que la enfermedad se muestra tras varios días de incuvación en las que se puede producir contagio, así que las soluciones son difíciles de acatar.
Desde luego no mandar a los niños a la escuela no es una solución…quién se haría cargo de ellos mientras trabajamos?
Conscientes de esta problemática los centros escolares pondrán en marcha varias formas de actuar para prevenir el contagio, todas ellas diseñadoaspor el Ministerio de Sanida.
Son los llamados protocolos «vivos», ya que están sujetos a modificaciones si las circunstancias relativas a la epidemia varían, e inciden en la información sobre la enfermedad, la información a escolares y familias y la organización en la comunidad educativa.
- Así, el Gobierno se compromete a que todos los centros escolares y sus equipos directivos serán informados de cómo actuar ante la gripe A y dónde podrán realizar consultas sobre la enfermedad, así como los protocolos que se implantarán en los centros, que incidirán en la higiene. La responsable de Sanidad explicó que el objetivo es «garantizar la protección de la salud» de la comunidad escolar.
- Las medidas incidirán en la higiene individual y colectiva de los centros educativos, e incluirán información sobre cómo lavarse las manos de forma adecuada, la limpieza de los colegios o la recomendación de utilizar toallas de un sólo uso, entre otras cuestiones.
- En las escuelas infantiles para niños de 0 a 3 años se hará un «refuerzo especial» debido al manejo de cunas, ropa, pañales o juguetes para bebés, explicó el gerente del Consorcio de Servizos de Igualdad e Benestar, Roberto Rodríguez.
- La comunidad educativa vigilará el absentismo escolar y, en caso de sospechas de que pueda deberse a un brote de gripe A, se lo comunicará a los responsables sanitarios, para establecer un protocolo de actuación.
- Otras medidas que se están valorando son el nombramiento de un responsable para vigilar el absentismo en los colegios, la actualización de los datos de las familias de los alumnos o identificar si hay niños con patologías de riesgo en los centros.
Vía: ABC
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