El gateo del bebé

Gateo del bebé

El gateo es un paso importantísimo en el desarrollo del bebé, ya que por primera vez el bebé puede desplazarse de un lugar a otro de manera independiente. El gateo favorece el fortalecimiento de los músculos del bebé, pero además también también favorece el desarrollo del cerebro.

Por eso cuando el gateo del bebé no comienza a la edad en la que debería (en torno a los 7 u 8 meses) conviene consultar al pediatra. Ya hemos dicho muchas veces que cada bebé tiene sus ritmos, y es cierto que hay niños que empiezan directamente a andar (sin pasar la época de gateo), pero los beneficios del gateo en el bebé hacen que valga la pena estimular su gateo con ejercicios, siempre en un entorno lúdico.

¿Quieres saber más sobre el gateo del bebé?

Antes de que comience el gateo el bebé aprende a permanecer sentado, un paso también fundamental en su desarrollo. Así fortalece los músculos de cuello, espalda, brazos y piernas, lo que le servirá después para comenzar a gatear, en torno a los 7 u 8 meses. Al año, el gateo del bebé es ya perfecto, y puede desplazarse de un lugar a otro sin problemas.

Aunque todos tenemos la idea del gateo de un bebé con manos y rodillas en el suelo, no todos los bebés experimentan el gateo de la misma manera, y lo importante es que el bebé logre desplazarse. Así, mientras un bebé puede moverse sobre la tripa, arrastrándose con los brazos, otro prefiere moverse para atrás modo cangrejo. Lo más importante del gateo es que el niño se desplace por sí mismo. ¿Y por qué es tan importante el gateo?

Por diversas razones como las siguientes:

  • El gateo permite al bebé desarrollar el sistema vestibular, el equilibrio y la consciencia del propio cuerpo
  • Para gatear, el cerebro del bebé necesita hacer todo tipo de conexiones entre los dos hemisferios del cerebro. Conexiones que son la base para funciones cognitivas y de movimiento más complejas.
  • El gateo desarrolla la convergencia visual y posibilita el enfoque de los ojos.
  • El gateo ayuda al bebé a mejorar la habilidad de las manos y a establecer la futura lateralización (cuando uno de los hemisferios del cerebro se convierte en dominante).

Por todas estas razones es importante dejar al bebé espacio libre para experimentar con su gateo. El bebé debe tener tiempo de jugar en el suelo él solo, dejándole explorar pero siempre controlando las medidas de seguridad (que no haya escaleras cerca, por ejemplo). De hecho, conviene estimular el gateo del bebé con juegos como colocar objetos atractivos delante de él o gateando tu también para que te imite.

¿Cómo es el gateo de tu bebé?

Foto vía: shingleback