La gastroenteritis es muy habitual en niños y bebés, pero no suele revestir gravedad. La gastroenteritis está causada por un virus o un alimento en mal estado, y suele pasar por sí sola al cabo de un par de días, aunque hay que asegurarse de mantener bien hidratados a los niños mientras tanto.
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La gastroenteritis es la inflamación de estómago e intestino, y suele cursar con diarrea, vómitos, náuseas y dolor abdominal. A veces también viene acompañada de fiebre.
Cuando los niños tienen gastroenteritis conviene llevarlos al médico, aunque en principio la enfermedad pasa por si sola. No conviene dar medicamentos antidiarreicos a niños, y solo algo para bajar la fiebre si el médico así lo indica.
Además, durante la gastroenteritis los niños deben guardar reposo en cama, y beber muchos líquidos para evitar la deshidratación (agua, zumo de zanahoria, té…). Se recomienda dieta blanda, sin forzar a los niños a comer cuando no tienen hambre.
La gastroenteritis es contagiosa, así que conviene lavar las manos con frecuencia, tanto las del niños como las tuyas.
Foto vía: Giovanni Giuste
