Elegir el sexo del bebé

Muchas mujeres se preguntan antes de quedar embarazadas si es posible hacer algo para que nazca un niño o una niña (según sus preferencias), especialmente si se trata de uno de esos embarazos de «ahora vamos a por la niña».

Personalmente, me resulta bastante irrelevante poder escoger o no el sexo del bebé, a menos que sea por causa de fuerza mayor. De hecho, la única manera 100% segura de escoger el sexo del bebé es mediante dos métodos de filtración en la fecundación in vitro, pero en España, solo es legal con el fin de evitar enfermedades ligadas a un determinado sexo.

Sin embargo, es posible oir miles de supuestos métodos para elegir el sexo del bebé, ¿qué hay de verdad en ellos?

Existen varias creencias que relacionan la alimentación o las posturas sexuales con el sexo del futuro bebé, pero tienen cero credibilidad ciéntifica. Así, por ejemplo, para tener un niño habría que comer carnes rojas y alimentos salados, y realizar posiciones sexuales que faciliten una penetración profunda, permanecer recostada 30 minutos tras el coito o buscar principalmente el placer del varón. Por contra, para conseguir una niña, habría que comer chocolate y dulces, concentrar la atención en el placer de la mujer durante las relaciones sexuales, y ponerse la mujer sobre el hombre.  Pero repito, puedes probar, pero ninguna de estas creencias «funciona».

Otro modo de determinar el sexo del bebé  muy popular es usar un calendario chino de hace unos 700 años, que pone en relación la edad de la mujer con el mes de procreación. Tampoco tiene ningún respaldo ciéntifico.

Por último, hay un método ideado por dos doctores (Landrum Shettles y David Rorvik) que se basa en las diferencias entre los espermatozoides que portan un cromosoma Y y los que portan cromosoma X, pero ten en cuenta que no goza de consenso ciéntifico.  Los creadores de método aseguran que la tasa de «acierto» es del 75%. ¿Y en qué consiste?

Los espermatozoides Y (los masculinos) serían más rápidos, pero más débiles que los femeninos. Como los espermatozoides masculinos son más rápidos pero débiles, lo ideal es que lleguen a las trompas casi simultáneamente al óvulo, es decir, las relaciones sexuales deben empezar unas 12 horas antes de la ovulación. Para tener una niña, habría que tener relaciones antes, unos dos días antes del momento de ovulación.

También proponen tomar otras medidas que a mí me parecen un tanto obsesivas como no tener más de una relacion sexual sin protección si buscas un niño (lo que parece un error si el objetivo es conseguir quedar embarazada) , abstenerse de mantener relaciones sexuales los días antes de la ovulación o que la mujer tome duchas de agua y bicarbonato.

Como ya he dicho, a la hora de elegir el sexo del bebé hay mucho más mito que realidad. Si tienes muy claro que quieres un niño o una niña, puedes probar todos estos rituales, pero me atrevo a apostar a que al final tus probabilidades de «éxito» serán de un 50%, igual que si no haces absolutamente nada.

¿Has probado algún método para determinar el sexo del bebé? ¿Crees que pueden funcionar?