La vida de los más pequeños se ha vuelto tanto o incluso más estresante que la de sus mayores; deberes, actividades extraescolares y demasiadas horas de televisión y videojuegos diarios han hecho que sus horas de sueño se hayan visto reducidas al mínimo.
Los expertos han señalado esta falta de sueño como uno de los factores determinantes de la obesidad infantil.
«La disminución de la duración del sueño se ha convertido en un distintivo de la sociedad moderna. La gente duerme entre una y dos horas menos que hace una década», explican los autores de una investigación publicada en la revista «Pedriatics».
El estudio se basa en las respuestas de los padres, que fueron los encuestados. Así, los expertos estudiaron los hábitos de sueño de los pequeños y obtuvieron información básica sobre su estado de salud y el tiempo que pasaban jugando al ordenador y haciendo ejercicio físico, entre otras actividades.
Los resultados de su trabajo confirmaron una relación entre la falta de sueño y un aumento de las probabilidades de sufrir obesidad. Además, también mostraron que, aquellos niños que dormían menos de 8 horas durante toda la semana, tenían un riesgo significativamente más alto de padecer sobrepeso que el resto de sus compañeros.
«Nuestros resultados sugieren que compensar en días festivos y fines de semana una corta duración del sueño durante los días laborables podría reducir en parte el riesgo de obesidad«, comentan.
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