Detección temprana del síndrome de Asperger

síndrome aspergerSi quiere saber en qué consiste el síndrome de Asperger y cuáles son los síntomas en niños menores de 3 años, preste atención a esta información que vamos a transmitirle, pues será fundamental para conocer cuáles son los criterios para la detección temprana de este síndrome.

El trastorno de Asperger es un conjunto de disfunciones conductuales y mentales que se engloban dentro de la enfermedad del autismo. En concreto, el síndrome de Asperger se encuadra, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos mentales (más conocido como DSM-IV), dentro de los trastornos generalizados del desarrollo, lo que implica una afectación variable en las capacidades comunicativas y sociales de la persona.


Para conocer cuáles son los signos que apuntan a un posible trastorno de Asperger precoz (es decir, antes de que la persona cumpla los tres años de edad), antes debe tener en cuenta que son muchos los signos que pueden poner en alerta a cualquier padre. Así, los elementos más indicativos de síndrome de Asperger precoz tienen que ver con que el bebé, con solo tres meses, no siga con la mirada a la persona que está con él. En los bebés con posible síndrome de Asperger también ocurre que no sonríen a otras personas ni muestran expresiones de alegría.

Además, el bebé con este tipo de síndrome no suele mantener el contacto visual, ni siente interés por participar en distintos juegos de simulación. Cuando llega a los dos años tampoco es capaz de formar frases de dos palabras, ni muestra ningún tipo de interés por otros niños o niñas.

Una vez superados los dos años, los signos y síntomas precoces de este trastorno mental y conductual son los siguientes: no señalar con la mano para indicar a sus padres algún objeto con el que llamar su atención o enfadarse mucho ante cambios imprevistos o alteraciones de su rutina diaria. Asimismo, suele dar la impresión exterior de que es un niño sordo, pues apenas presta atención ni muestra interés por el mundo que le rodea.

Otro de los aspectos que pueden hacer sospechar que el niño de dos años o más padece esta enfermedad tiene que ver con que muestre una sensibilidad extraordinaria a ciertos sabores, olores, ruidos o texturas. Por último, el niño con síndrome de Asperger no mira hacia donde se señala, no sonríe cuando alguien le mira a la cara y habla de una forma muy particular (sin entonación o sobre temas que no parecen propios de su edad).