Cada vez es más frecuente celebrar la Navidad fuera de casa y optar por pasar unos días en una ciudad turística, como una capital europea, pero también es bastante frecuente disfrutar de la nieve en las estaciones de esquí, o todo lo contrario, optar por la playa.
Si estás embarazada y deseas viajar en vacaciones debes siempre anteponer este deseo a tu salud y la del futuro bebé. Por tanto hay que valorar los riesgos que conllevan el viaje y la ciudad de destino, así como las cricunstancias personales de tu embarazo.
Lo que hay que tener claro es que es algo que hay que valorar con tu médico y ginecólogo, teniendo en cuenta tanto tus circunstancias personales, como el estado de la salud de tu embarazo, el mes de gestación en que estás, o la pertinencia del viaje, así como el viaje en sí mismo, es decir, el lugar de destino y el desplazamiento. Hay que tener en cuenta si el lugar de destino es un lugar con riesgos para tu salud y la del bebé, así como la duración del viaje.
Si tienes problemas de salud, como antecedentes o riesgo de aborto, hemorragias, contracciones frecuentes, problemas en la placente, viajar está desaconsejado.
En cuanto al mejor momento del embarazo para viajar como normal general se suele aconsejar entre la semana 14 y 28 de gestación, lo cual tiene una explicación.
Durante este período los primeros síntomas de embarazo como los vómitos, las náuseas y la somnolencia suelen desaparecer y, por otro lado, la típica hinchazón de las piernas todavía no ha comenzado en dichas semanas y además tu barriga todavía no es grande lo que te aporta mayor comodidad y libertad de movimiento.
Recuerda además que durante el primer trismestre como hay cierto riesgo de aborto, se recomiendan evitar los viajes, sobre todo los viajes largos. Y en el tercer trimestre también se desaconseja ya que resulta muy cansado y cuando se acerca la fecha del parto desde luego no es sensato viajar.
Si viajas al extranjero y estás embarazada debes seguir unas pautas higiénicas a raja tabla para evitar riesgos innecesarios. Aquí tienes una lista de las principales normas de higiene:
- Comer únicamente alimentos bien cocinados y recien preparados
- Evitar moluscos y marisco crudo
- Evitar la leche sin hervir, lácteos frescos, helados y dulces de crema
- Pelar siempre la fruta, y senconfiar de la que viene pelada
- Evita las ensaladas en los restaurantes. Si las preparas en casa, lava las verduras cuidadosamente con agua y zumo de limón y vinagre
- Elegir con atención el establecimiento donde compra alimentos y bebidas. Es conveniente desconfiar de los vendedores ambulantes.
- Tomar siempre agua envasada y en botellas cerradas. Puedes optar por bebidas envasadas con gas, porque el ácido carbónico tiene cierto efecto bactericida
- No tomes refrescos o agua con hielo, pues podría estar contaminado
