Colesterol en el embarazo ¿Cuándo controlarlo?

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Durante el embarazo los valores del colesterol aumentan, precisamente, para satisfacer las necesidades del feto. Esta reacción natural no requiere tratamiento, ni siquiera para las mujeres que ya lo tenía elevado.

En los últimos años se ha hablado mucho del colesterol, se le ha dado mucha importancia y cada vez más somos más consciente de la importancia de cuidar nuestra dieta.

Se puede decir que el colesterol puede convertirse en tu peor enemigo, excepto durante el embarazo.

Independientemente de los valores precedentes de la embarazada, el embarazo aumenta llamativamente la distribución interna de los lípidos, es decir, del colesterol y los triglicéridos.

Después de una disminución que se produce en el primer trimestre, estos niveles empiezan a crecer en la 16ª semana y, en la 30º semana superan en un 60% los valores normales de la embaraza, para volver al punto de partida tras el parto.

Esta reacción natural se debe a la revolución hormonal del embarazo. El feto necesita grandes cantidades de colesterol, puesto que a través del mismo, se forman todas las hormonas esteroides y sexuales.

Asi que durante el embarazo no se suelen hacer exámenes específicos de nivel de colesterol porque las tasas elevadas ya están previstas y los resultados sólo alarmarían a la futura mamá.

Por otro lado, hay que aclara que una mujer con hipercolesterolemia puede tener un embarazo sin dañar al niño, y además también podrá darle el pecho. En el caso de que esté tomando medicación específica, deberá suspender la toma en cuanto sepa que está embarazada.

Si tienes el colesterol alto lo que debes hacer es tratarlo antes y después del embarazo, pero no durante el mismo. Lo que significa renunciar a cualquier tipo de fármaco que tienda a bajarlo.