El calcio es una de las sustancias más importantes durante el embarazo. La necesidad de este nutriente aumenta de 18 a 30 mg diarios en época de gestación. Debes cumplir este requisito que te pide el cuerpo para garantizar, tanto el desarrollo óptimo del bebé, como tu estado de salud…
Para asegurarte de que consumes las cantidades necesarias de calcio, acude a las mejores fuentes, que son la leche y sus derivados. Estos alimentos te aportarán los nutrientes que necesitas.
Pero además tendrás que contemplar la manera de que esas cantidades imprescindibles de calcio sean asimiladas y empleadas por el organismo de la manera más correcta. ¿Cómo? Pues por ejemplo, evitando asociar lácteos con cereales integrales (ya que los cereales contienen ácido fítico y retarda la absorción del mineral en el intestino), o con espinacas y acelgas (que contienen un ácido, el oxálico, que provoca el mismo efecto)
Ten en cuenta que para aprovechar bien la ingesta de calcio, es imprescindible la vitamina D, que adquirimos cuando la piel se expone a la luz solar, así que ya sabes, respira aire puro y sal a pasear al sol en la primera oportunidad que tengas.
