Un 36% de los menores estreñidos sufre problemas de conducta, y, al mismo tiempo, entre los niños con comportamientos problemáticos, es mucho más frecuente el estreñimiento. Así lo avala un estudio holandés que ha constatado la elevada prevalencia de problemas emocionales y de conducta entre los niños que no pueden (o no quieren) ir al baño.
Esto aporta una nueva luz para el tratamiento de este trastorno gastro-intestinal, pues los niños podrían ver mejorar su estreñimiento a través de una terapia psicológica, que incluyera también a los padres.
Los datos revelaron que 1 de cada 3 niños con estreñimiento funcional -el que no tiene una explicación fisiológica- tiene también problemas de comportamiento, y además, en los niños que además de estreñimiento sufren incontinencia urinaria nocturna el porcentaje se disparaba. Lo que no se puede decir con seguridad es si los problemas emocionales son la causa del estreñimiento, o , por el contrario, son la consecuencia.
Lo cierto es que entre las causas del estreñimiento funcional infantil destacan algunas de tipo emocional como : las tensiones escolares, un ritmo de vida acelerado, acontecimientos familiares traumáticos (un divorcio, un luto, etc), miedo a ir al baño en el colegio o mucha presión por parte de los padres durante el proceso de aprendizaje de los hábitos de higiene. En estos casos, el tratamiento a través de cambios en la dieta puede no ser efectivo.
Vía: El Mundo
