El chupete ¿si o no?

chupete

El uso del chupete como elemento reconfortante para el bebé es una práctica enormemente extendida. No suele faltar en la canastilla del recién nacido, y generalmente se estrena en las primeras horas o días de vida.

Su principal beneficio es el efecto tranquilizante para el bebé, pero también tiene efectos negativos, como el posible fracaso de la lactancia materna o las alteraciones dentarias

El recién nacido tiene el reflejo de succión, que le permite alimentarse, pero además le calma y le reconforta. La succión de los dedos, el chupete u otros objetos no nutritivos constituye una actividad normal en el desarrollo del niño. Se inicia ya en el útero y persiste hasta el año de edad, siendo más habitual durante los primeros meses de vida.

El uso del chupete para calmar el deseo de succionar del bebé es una práctica muy habitual en nuestra sociedad, y un recurso de gran ayuda en niños con cólicos y muy irritables. No obstante, no debe recurrirse al chupete cada vez que el niño llore.

El llanto es una de las principales maneras que tiene el bebé para comunicarse, y puede indicar diferentes tipos de necesidades. Debemos tratar de identificarlas, además de probar con otros métodos para reconfortarle, como hablarle, mecerle o jugar con él.